No en pocas ocasiones se acusa a los clientes de servicios sexuales, a los empresarios del sector, a las propias mujeres ejercen el trabajo sexual y a la corriente pro-derechos en su conjunto de carecer de sensibilidad ante el delito de trata de personas. Estas acusaciones, provenientes del abolicionismo y sectores moralistas, pretenden en muchas ocasiones ocultar con una falsa preocupación por las víctimas su verdadera naturaleza, el prejuicio moral. La trata no debería ser utilizada como arma arrojadiza o argumento fácil para contaminar debates acerca de las necesidades reales del mercado de sexo. La trata es un delito complejo tipificado en artículo 177 bis de nuestro Código Penal. Un delito contra la dignidad de las personas y no contra las libertades sexuales, como muchas personas creen debido a las machaconas campañas de desinformación que permanentemente propaga el abolicionismo. Este delito derivado del delito de tráfico de personas, es relativamente reciente en nuestra legislación, pues fue traspuesto a nuestro derecho interno en el año 2010, ocho años después de que su definición jurídica fuera acordada por los países miembros de la ONU en el Protocolo de Palermo. Hoy el Puto Programa demuestra que la corriente pro-derechos del trabajo sexual es la principal interesada en conocer este delito, conocer a las víctimas y comprender esta realidad fomentada en gran medida por la ausencia de un marco normativo que ampare el trabajo sexual, y para ello entrevistamos a Luna Lunera, una mujer que bajo este seudónimo nos contará su experiencia como prostituta y víctima de trata.
Luna era trabajadora sexual en su país, Colombia. Fue captada y convencida para venir a ejercer la actividad sexual remunerada a España; afirma que siempre supo a qué venía a España. La convencieron prometiéndole que iba a ganar mucho dinero. Los miembros de la red en Colombia le facilitaron todos los trámites y el billete de avión. Una vez que llegó a su destino se percató que la deuda que había contraído era desproporcionada y que las condiciones laborales susceptibles de ser denunciadas como explotación. Le retuvieron el pasaporte hasta que consiguió pagar su deuda, lo cual afirma que lo hizo en poco tiempo. Su testimonio es sereno y pausado, denota esa entereza que adquieren las personas que han experimentado este tipo de situaciones traumáticas, pero que las han superado con fortaleza. Luna salió adelante. Abandonó ese lugar y consiguió trabajo, también como prostituta, en un espacio más íntimo, un piso particular junto con otras chicas. Han pasado veinticinco años desde aquella experiencia y Luna continuó ejerciendo la actividad sexual remunerada hasta la actualidad. Con esto prueba que no pretendía huir de este trabajo, sino de las condiciones en las que desafortunadamente se vio empujada a trabajar durante aquel periodo de tiempo. Toda una lección de vida que continúa desgranando a lo largo del programa que conducen Lunawine y Experto en Igualdad.
Enrique Quirón reaparece con su sección tras el asueto veraniego. Lo hace con una batería de noticias, comenzando por la inhibición del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en lo relativo a la ley que criminaliza el trabajo sexual en Francia. El alto tribunal europeo justifica esta decisión alegando no querer inmiscuirse en las acciones legislativas del país galo. El análisis del programa sobre prostitución de Callejeros en Cuatro emitido en agosto, también merece mención. Una noticia que ha despertado cierta polémica este verano ha sido la revelación de numerosos perfiles de OlyFans de destacados deportistas olímpicos. Esta noticia ha puesto también de manifiesto que las condiciones salariales y las dificultades que afrontan muchos atletas de élite que desatacan en deportes que no tiene un impacto social de masas. La Plataforma OnlyFans emitió un comunicado de apoyo a estos deportistas. Quirón continúa repasando algunas polémicas desatadas en la red social X hasta el cierre de un programa imprescindible para todos aquellos que deseen acercarse al fenómeno de la trata desde la perspectiva de sus protagonistas.
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