El pasado 22 de mayo las trabajadoras sexuales y el mundo proderechos han conseguido una victoria histórica. El PSOE se ha quedado solo en el Congreso y no ha conseguido los apoyos necesarios para la aprobación de la ley con la que pretendía “abolir la prostitución” bajo el pretexto de combatir la trata. Se pueden hacer muchas consideraciones acerca de los motivos que han llevado al principal partido del Gobierno a fracasar en la ratificación parlamentaria de una medida de la que han hecho bandera desde el inicio de la legislatura, pero el trasfondo que explica este naufragio es mucho más complejo de lo que a priori puede desprenderse de un análisis superficial. En efecto, este triunfo de las trabajadoras sexuales es la consecuencia de la lucha política y social que han llevado a cabo durante los últimos años a través de numerosas manifestaciones, debates y campañas con las que pretendían neutralizar la ofensiva abolicionista. Hoy en el Puto Programa, de la mano de Experto en Igualdad y Lunawine, analizamos los detalles de lo sucedido en el Congreso de los Diputados y las reacciones suscitadas en sus alrededores. 

El programa reproduce lo sucedido en la Cámara Baja la tarde del miércoles, cuando Francina Armengol anuncia la votación de la proposición de ley para la reforma del Código Penal con el objetivo de “prohibir el proxenetismo en todas sus formas”. Instantes después puede verse cómo en la pantalla luminosa que simula los escaños del hemiciclo se iluminan más puntitos rojos que verdes. La iniciativa había fracasado. Mientras, en los exteriores del Congreso un grupo de trabajadoras sexuales se concentraba para expresar su rechazo a la propuesta. Jota, la reportera enviada por el programa para cubrir el evento y recabar las primeras impresiones de las trabajadoras sexuales, tuvo la oportunidad de entrevistar a varias de ellas mientras otras exhibían sus pancartas ante  los objetivos de la prensa gráfica y las cámaras de televisión. 

La primera en comparecer fue Gemma, portavoz de la Plataforma Stop Abolición, quien afirmó que la medida del Gobierno “quiere abocar a las trabajadoras sexuales a la clandestinidad, a una situación donde no podrán denunciar abusos, robos y violaciones”, Gemma refuta que la sociedad esté demandando la abolición de la prostitución  y añade “se están creando organizaciones supuestamente para defender a las prostitutas, pero ellas no quieren que las defiendan, sino que lo legalicen (el trabajo sexual)”. Reprocha a los dirigentes del PSOE que “no se han molestado en saber más, por conocer las demandas de las trabajadoras del sexo, ni consultar la información y documentación que estas les han hecho llegar”. También prestan su testimonio otras trabajadoras sexuales allí congregadas, como es el caso de una mujer de origen latinoamericano quien reclamaba a las autoridades políticas que la dejaran trabajar y consideraba que “de ninguna manera sería beneficioso que multaran a los clientes” y se preguntaba “por qué nos discriminan de esta manera, no somos bichos raros, somos seres humanos”, concluía. 

En ecuador del programa se incorpora el Puto Enrique para desarrollar su sección en la que repasa las noticias de actualidad del sector. Nelly, la trabajadora sexual que recientemente ocupó titulares por el hostigamiento que estaba recibiendo en el ejercicio de su actividad por parte de algunos vecinos, participó en esta ocasión como portavoz de Stop Abolición en el programa Espejo Público de Antena Tres. En su intervención valoró la fallida propuesta de ley abolicionista y reivindicó “que dejen trabajar en paz a las mujeres que como ella han elegido voluntariamente ese trabajo”. En el espacio dirigido por la presentadora Susana Griso, Nelly rebate las cifras aportadas por el Ministerio del Interior que afirman que el 90% de las mujeres que ejercen la prostitución son víctimas de trata y se muestra crítica con las sanciones económicas a los clientes. Enrique avanza en su sección adentrándonos en los pormenores de la votación de la ley, repasando los discursos de los distintos portavoces políticos y sacando a colación alguna anécdota como la ausencia de su escaño del propio presidente del Gobierno o el voto hipócrita del diputado Ábalos a favor de la prohibición. 

El programa enfoca la recta final retomando las entrevistas que Jota realizó a las  trabajadoras sexuales congregadas en los alrededores del Congreso. Son dignas de mención, como reflexión final, las palabras de una camarera del sector, la cual explica cómo el mercado del sexo además de a las prostitutas aglutina a otros muchos trabajadores como limpiadoras, personal de seguridad, cocineros, recepcionistas y otras empleadas tras las cuales hay familias que viven de esta actividad amenazada por los prejuicios y la intolerancia de un abolicionismo al que por el momento la lucha de las trabajadoras sexuales ha  conseguido frenar.