Probablemente esta sea una de las preguntas más recurrentes a la hora de hablar de prostitución ¿Se trata de mujeres empobrecidas que apenas logran subsistir vendiendo servicios sexuales o, por el contrario, viven de manera fastuosa? Experto en Igualdad y Lunawine tratarán hoy de despejarnos estas dudas. Para ello recurrirán, en primer lugar, a Internet. Los anuncios publicados por trabajadoras sexuales donde promocionan sus servicios nos pueden dar una idea de sus honorarios. Una vez más es el mercado quien regula los precios en función de la oferta y la demanda, pues no existen muchas diferencias entre el mercado sexual y otro tipo de mercado. Depende de variables como la ciudad, la cantidad y el tipo de demanda, las prácticas concretas que se desarrollarán durante el servicio y también, por supuesto, del tiempo, pues la principal variable de la productividad de una trabajadora sexual. Respecto al tipo de trabajadora sexual, no se pueden establecer generalizaciones cerradas, pero en algunos casos podemos afirmar que las profesionales más veteranas, esto es, las que tiene más experiencia, suelen establecer precios más elevados que aquellas que son primerizas. El precio medio de un servicio sexual estándar en España es de 100 euros la hora aproximadamente. A partir de esta cantidad se abre una gran horquilla que puede variar de manera significativa en función de múltiples condicionantes.

También se trae a colación lo que ganan las actrices y actores de cine porno. Parece ser que bastante más que las trabajadoras sexuales anónimas que inundan las redes con anuncios, no obstante existen testimonios sobrados para afirmar que las actrices porno no son, ni mucho menos, ricas debido a su trabajo. Podemos hablar de hasta 900 euros por escena, aunque el precio medio de una actriz media en España puede situarse en los 400 euros por escena. No obstante, esta cantidad en mucho mayor que la percibida por sus homólogos varaos, quienes por el mismo trabajo viene percibiendo la mitad e incluso menos. Otras variables de trabajo sexual, como las personas que venden contenidos a través de Only Fans, pueden variar su remuneración en función de numerosos factores. Por tanto, la principal conclusión que se puede sacar tras informarse una poco acerca de este tema es que sí, se puede vivir del trabajo sexual siempre que, como todo en la vida, se haga con seriedad y enfocado a conseguir ciertos objetivos. 

Hacia el ecuador del programa aparece Enrique Quirón con su sección.  Comienza destacando el estreno de la película anunciada por Movistar+ “La Maison”, una película francesa que habla de una escritora que se inició en el mundo de la prostitución para informarse y escribir acerca del tema. Lo que iba a ser una experiencia de unos pocos meses se extendió durante periodo de un año.  Una rocambolesca historia basada en hechos reales y llevada a un formato televisivo por su protagonista. También rescata unas declaraciones realizadas por la socióloga Beatriz Rarena en el Diario.es donde carga contra el sector empresarial del mercado del sexo tildando de “criminal” la actividad del empresario, unas declaraciones chocantes en una persona que se destaca a sí misma por su talante dialogante. Otras novedades han sido una nueva campaña de la Policía Nacional en la que bajo el pretexto de combatir la trata lanzan duros mensajes criminalizadores contra los clientes, además de reiterar el archirrepetido dato de que el 80% de las trabajadoras sexuales son obligadas a ejercer la actividad. Este dato contrasta con otro que también ha visto la luz esta semana. En este caso aportado por la asociación In Género, que realiza un estudio de cuyas conclusiones se desprende que el 1,4% de las prostitutas pueden ser víctimas de trata, un porcentaje muy alejado de las cifras aportadas por el Ministerio del Interior. Por último, entre otras noticias, destacan  unas recientes declaraciones de la Jueza Pilar de Lara, claramente ideologizadas, han sembrado cierta polémica debido a la imprudencia de las mismas por parte de una persona que tiene la responsabilidad de impartir justicia. 

En la recta final del programa traemos una entrevista con Carla, una trabajadora sexual que disfruta con su trabajo y nos cuenta su experiencia como trabajadora sexual. Carla, que tiene 20 años y lleva ejerciendo el trabajo sexual  desde hace dos años. Se asegura que se inició en este sector por curiosidad. Nunca ha tenido una necesidad vital que la empujase a ejercer la prostitución, pues su familia podía proveerla de todo lo que necesitaba, sin embargo, sus deseos de independencia le animaron a buscar su propio sustento y libertad económica. Dice que desde joven fue sexualmente inquieta, que le gusta complacer y disfruta con su trabajo. Parece que hablamos con una prostituta vocacional. Afirma que la prostitución no es para todo el mundo y muestra un perfil peculiar que merece la pena escuchar con detalle para cerrar un programa que nos habla de lo que nadie cuenta acerca de este atávico oficio.