Cuando hablamos de prostitución es inevitable que venga a nuestra mente la imagen de una mujer. Ellas han sido y siguen siendo el sexo que ofrece servicios sexuales en mayor proporción, pero hoy vamos a poner el foco en ellos, los hombres que venden su tiempo y ofrecen servicios sexuales. ¿Quiénes son?, ¿cómo son?, ¿qué se necesita para triunfar en este mundo siendo varón? Nuestros invitados de hoy, Axel y Dana, más conocido como el Hipitalista, además de ser pareja estable desde hace más de 15 años, son trabajadores sexuales y tratarán de resolvernos algunas cuestiones sobre esta actividad.
El programa comienza con unos breves apuntes históricos acerca de la prostitución masculina durante la Edad Antigua, en Grecia, donde ya se habían documentado prácticas de esta actividad entre los varones. Hablaremos también de la Edad Media, donde el cristianismo censuraba esta práctica por considerarla un pecado, pero la toleraba, cumpliendo con el principio cristiano de no excluir a los “pecadores”. Con esta breve reseña se ofrece un contexto histórico que demuestra cómo esta actividad es tan antigua como los mismos orígenes de las primeras civilizaciones y su práctica se ha extendido a lo largo de la historia hasta llegar a nuestros días.
Entrados en materia, Alex, que hace ya algún tiempo que no se dedica a esta actividad, asegura que cuando ejerció el trabajo sexual vivió esta experiencia con total naturalidad. No lo generó ningún tipo de malestar ni nada por el estilo. Además, asegura que no descarta volver a ejercerla en el futuro. Esa naturalidad con la que asumió la actividad sexual remunerada fue lo que convenció a Dana para probar suerte también en el mercado del sexo. Este asegura que se convenció de querer iniciarse en este sector tras “hacer números” y comprobar que resultaba más rentable el trabajo sexual que aceptar un empleo en una empresa donde había comenzado a realizar las prácticas tras finalizar sus estudios, pese a que en dicha empresa “no le pagaban mal”. Reconoce que las restricciones a la publicidad que trajo consigo la ley del solo sí es sí afectaron su productividad, pues dificultaron la captación de nuevos clientes.
Dana aporta algún dato revelador. Asegura que, según su experiencia, el cliente de prostitución homosexual busca en su inmensa mayoría ser penetrado. Axel, por su parte, nos cuenta que las demandas de este tipo de cliente son diversas, desde aquellos que buscan sexo hasta quienes solamente desean conversar. Respecto al perfil más personal de esos demandantes, Dana asegura que son hombres casados y con hijos aquellos que más abundan en su cartera de cliente; estos varones buscarían en el sexo de pago un anonimato que no encontrarían en otros ámbitos donde pretendiesen encontrar compañía homosexual. Otra de las reflexiones que nos plantea Dana es que el feminismo institucional a menudo solamente pone el foco sobre la prostitución femenina, dejando a un lado la masculina. Esta no injerencia asegura que le beneficia y afirma con sorna que “esta es una de las cosas que más me gustan del ministerio de Igualdad”. El programa de Lunawine y Experto en igualdad prosigue entrelazando las experiencias de los invitados con el análisis de opiniones y textos publicados acerca de esta práctica.
La sección del Enrique Quirón nos trae esta semana algunas noticias interesantes. La reacción de la escritora Lucía Etxebarria al libro de Alfredo Urdaci -Palabra puta-, ha generado cierta polémica en redes sociales. La escritora se enredó en un debate semántico sobre la prostitución en su tribuna del diario digital The Objetive, que a su vez fue respondida por el experimentado periodista en ese mismo diario digital. También han sido repasadas las recientes declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en las que defiende trasladar a nuestro país los modelos europeos para limitar el acceso de los menores a contenidos porno. Para finalizar podemos ver impactante spot publicitario británico que critica el modelo del Reino Unido, donde se considera ilegal que las trabajadoras sexuales trabajen junto a otras compañeras, obligando a las profesionales del sexo a trabajar solas, lo cual pone en franco riesgo a más de 70 mil prostitutas.
0 comentarios