El Puto Programa #21 Trabajo en Pisos

6 de mayo de 2024
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Los pisos de trabajadoras sexuales autónomas siempre han estado en el punto de mira. Se trata de una realidad que no ha parado de crecer durante los últimos años, especialmente tras la crisis del coronavirus, la cual supuso un importante reajuste del mercado, incluido el mercado del sexo y el ocio adulto. Ante la imposibilidad de prestar los servicios en clubes o de captar clientes en la calle, las trabajadoras sexuales comenzaron a trabajar desde casa. Esto fue reforzando una tendencia que ya había comenzado a tomar fuerza durante los últimos años, desplazando de algún modo al club tradicional, estigmatizado y acosado por el abolicionismo. ¿Son los pisos el futuro del trabajo sexual en este país?, ¿realmente generan tantos problemas al vecindario como se asegura desde la prensa, o acaso es que solo dan voz a aquellos ciudadanos que cumplen los estándares puritanos que demanda la versión oficial? En la entrega del hoy Experto en Igualdad y Lunawine nos acercan a esta realidad de la mano de Rakel, trabajadora sexual en un piso particular. 

Rakel lleva nueve años ejerciendo el sexo de pago de manera privada. Lo que le gusta de este trabajo es que le permite enfrentar las posibles circunstancias económicas severas que se puedan presentar; esta es la razón por la que siempre ha recurrido al trabajo sexual ante los avatares de la vida: “se trata de un dinero rápido”, afirma. Matiza que no recurre al trabajo sexual por necesidad, si bien es cierto que todos necesitamos trabajar para vivir, ella asegura que le gusta su trabajo, donde, refiriéndose a los clientes, ha descubierto que “existen muchas carencias emocionales y afectivas”. Lunawine indaga en los pormenores del funcionamiento de un piso de citas. La invitada quiere dejar claro que cuando el arrendador alquila una propiedad a una persona que posteriormente la destina a recibir clientes que demandan sexo de pago, el propietario no obtiene ningún beneficio de esta actividad; es decir, se alquila solamente el espacio para el trabajo, sin ningún tipo de remuneración posterior por los beneficios que se puedan obtener de la actividad. Esta aclaración adquiere una especial relevancia ahora que el Gobierno pretende sancionar la tercería locativa en su proyecto de ley para penalizar todo tipo de prostitución. Esto supone perseguir penalmente también a los propietarios de los inmuebles. 

Otra cosa que Rakel reprocha al Gobierno son las limitaciones que la Ley de Publicidad establece para la promoción de estos espacios. Se trata de una medida restrictiva que impone a las trabajadoras sexuales anunciarse de manera velada, lo cual genera no pocas confusiones en los clientes, pues muchos no saben realmente si se están dirigiendo a una trabajadora del sexo o a una persona que busca otro tipo de relación. Ella misma ha denunciado esta situación en la red social Twitter (Ahora X), en la cual nuestra protagonista se mantiene muy activa defendiendo los derechos del sector. Asegura que el ambiente que se vive en el piso donde trabaja junto con otras chicas es distendido y de colaboración mutua. Nunca ha tenido problemas con el vecindario y se enerva cuando tiene que explicar su posición respecto a las abolicionistas, de quienes afirma que las “insultan, las victimizan y nunca ningún cliente le ha faltado al respeto tanto como lo hacen ellas”. 

Rakel es dicharachera, cercana, alegre y sincera. Destaca por su naturalidad.  Nos muestra su habitación, amplia y ordenada, con una ducha en su interior. En ella lucen en la pared un retrato de Frida Kahlo y una réplica de lo que parece una obra del pintor expresionista Edvard Munch. Allí trabaja por tiempo, según ella misma nos cuenta; ofrecen unos servicios concretos que se desarrollan en un tiempo que puede ir desde media hora hasta tres horas e incluso noches completas, afirma Rakel quien reconoce que el masaje erótico es su especialidad. 
En la recta final del programa, el Puto Enrique toma el timón para desplegar las principales noticias de actualidad sobre el sector. Destaca un artículo del periódico El Mundo en el que se critica la guerra de las cifras relativas a la trata y evidencia discrepancias entre las distintas fuentes oficiales consultadas. Otro artículo en clave sensacionalista de El Español aborda los negocios de sexo camuflados en centros de estética, un reportaje que Enrique considera sesgado, ya que no ha tenido en cuenta la opinión de ninguna persona vinculada a este mercado. La nota positiva en la actualidad informativa la pone Bélgica, que tras haber despenalizado el trabajo sexual en el año 2022, ahora da un paso más en la dirección pro-derechos y otorga la condición de asalariada a las trabajadoras sexuales que trabajen para un tercero.

Categorías Escort
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